La evaluación económica en el sector sanitario se realiza generalmente mediante
el análisis coste-efectividad. Este tipo de análisis implica sopesar los costes
adicionales de una intervención sanitaria frente a las mejoras en la salud que
resultan de esta, generalmente medido por medio de los Años de Vida Ajustados
por Calidad (AVAC) ganados, parámetro que permite medir la calidad de vida
del paciente.
Este enfoque, y la toma de decisiones basadas en este concepto, se basan
en la suposición de que "un AVAC es un AVAC es un AVAC". Es
decir, un AVAC siempre debe "significar" lo mismo, independientemente
de las características de aquellos que se ven afectados por problemas de salud
o que se benefician del tratamiento.
Pero, ¿qué pasa si los AVAC en algunos casos se obtienen en población
pediátrica y en otros casos en adultos? ¿Se pueden comparar directamente los
beneficios de AVAC de las intervenciones de salud entre niños y adultos?
Si bien el National Institute for Health and Care Excellence
(NICE) británico y el Medical Research Future Fund (MRFF) australiano,
ya están estudiando este aspecto, los autores Devlin N, Norman R, Ratcliffe J,
Mulhern B, Dalziel K, Chen G y Viney R nos dan su punto de vista en un artículo
de opinión recientemente publicado.
Estos autores ofrecen un marco conceptual que establece las posibles
fuentes de diferencias en las estimaciones de los AVAC para niños y adultos. En
el artículo se evalúan los puntos fundamentales en la obtención de estos
resultados; qué es lo que se está queriendo medir, cómo se están
reportando los problemas en salud en los niños, cómo se valora el estado de
salud en los niños, cómo se combinan las utilidades con la duración
de la vida en la estimación de los AVAC para niños y por último, si a raíz de todos
estos resultados, los AVAC en niños deberían de tener mayor valor que en
adultos.
Para más información y poder leer el artículo de opinión en su totalidad
visite el siguiente enlace: https://bit.ly/2ufTKxs
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