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viernes, 29 de mayo de 2020

Andréi Márkov: cadenas matemáticas para luchar contra las epidemias


En el campo de la epidemiología, la incertidumbre es un aspecto inherente cuyo manejo es realmente un reto muy complicado de abordar. Como hemos visto recientemente, es muy difícil predecir cuándo llegará (o llegó) el pico de una enfermedad y cuánta gente va a ingresar en el hospital la semana que viene. En vista de estas limitaciones, todo invita a usar una variedad de modelos matemáticos llamados cadenas de Márkov.

El excelente artículo de los profesores Manuel de León, Gómez Corral y Castro Ponce nos ha recordado la figura de Andrei Markov, matemático ruso de la primera mitad del siglo XX que comenzó a investigar en la teoría de probabilidad. Su teoría sobre las cadenas de Márkov, que representan un proceso estocástico que evoluciona en tiempo discreto o etapas y tiene la propiedad markoviana que dice: “el futuro depende de lo que pasa en el presente, pero no del pasado estricto”.
Este autor planteó como a través del desarrollo probabilístico y de la asignación de distintos estados, se puede observar la manera en la que se pasa de uno a otro por una matriz de transición en etapas. Este tipo de desarrollo matemático se ha aplicado a múltiples disciplinas para predecir determinados comportamientos, habiéndose empleados estos modelos matemáticos durante años para predecir el comportamiento de las enfermedades.
Para poder conocer más sobre la vida de Andrei Markov y poder conocer más en detalle las cadenas de Markov, puede visitar el siguiente artículo disponible en este enlace:  https://bit.ly/3dfQpPV


miércoles, 20 de mayo de 2020

La mortalidad por COVID19 en España y la campaña de la gripe


Los datos arrojados durante las últimas semanas han reflejado como el impacto de la COVID-19 ha sido desigual por comunidades autónomas, se podría analizar los múltiples factores que influyen en estos resultados, como por ejemplo la densidad poblacional, el uso del transporte público, el porcentaje de personas mayores viviendo en residencias, o la realización de eventos masivos en las semanas anteriores al estado de alarma.




Sin embargo, hay otros factores que podrían influir en el impacto de la COVID-19 y que no son tan fácilmente observables. En un post del blog “Nada es Gratis”, la economista Matilde P. Machado analiza el impacto de una medida concreta de salud pública, la vacunación contra la gripe estacional y su relación con la mortalidad atribuida a la COVID-19.
De su análisis extrae como parece existir una correlación positiva entre número de pacientes fallecidos por COVID-19 y el número de persona mayores de 65 años vacunados por comunidades autónomas.
Entre las posibles causas de esta correlación, plantea como la vacunación de la gripe ayudaría a salvar mayor número de vidas de pacientes que del mismo modo serían más susceptibles al COVID-19, aunque advierte que su análisis no permite establecer una causalidad y que se necesitaría un análisis de datos más robusto para demostrar esta hipótesis. Es por ello por lo que es muy difícil juzgar las distintas medidas que se están tomando a nivel regional en materia de sanidad para contrarrestar el impacto de la COVID-19, ya que existen muchos factores intrínsecos que no tienen un fácil análisis.

Para poder visualizar el artículo en su totalidad puede visitar el siguiente enlace:  https://bit.ly/2Tn583Y  














jueves, 14 de mayo de 2020

El difícil reto de desarrollar una vacuna para el coronavirus en poco tiempo


Una vacuna sería el arma definitiva contra el coronavirus y la mejor ruta de regreso a la vida normal. Los expertos más optimistas estiman que una vacuna podría llegar en al menos 12 a 18 meses, aunque la realidad nos hace pensar que una vacuna probablemente no llegará pronto.
Nunca se ha desarrollado con éxito una vacuna de coronavirus para humanos, el menor tiempo en el que se ha conseguido desarrollar una vacuna completamente nueva es de al menos cuatro años, más tiempo del que la población o la economía pueden tolerar órdenes de distanciamiento social. Pero si hay algún momento para actuar e intentar acelerar el proceso de desarrollo de una vacuna efectiva es ahora.




En un artículo recientemente publicado por el periódico “The New York Times” se analiza, por medio de la entrevistas a distintos expertos en vacunas, cómo podríamos condensar la línea de tiempo y obtener una vacuna en los próximos meses en lugar de años, planteando distintas medidas y escenarios con el objetivo de poder llegar a conseguir lo que hasta ahora parece inverosímil.

Para poder visualizar el artículo en su totalidad puede visitar el siguiente enlace: https://nyti.ms/3fWXdnF