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Como bien es sabido por todos los alumnos y profesores del Máster de Evaluación Sanitaria y Acceso al Mercado de la Universidad Carlos III de Madrid, hasta la fecha no se ha inventado nada mejor para estimular la innovación que las patentes. Pero también suponen una barrera a la hora de difundir el conocimiento y descubrir nuevos tratamientos.
En este sentido, los autores de este artículo nos comentan sobre si la liberalización de las patentes es la solución para el acceso rápido a la vacunación contra la COVID-19 en el mundo o si, por el contrario, otras alternativas como la adquisición de patentes por los gobiernos, otorgar premios al innovador (en vez de patentes) o realizar acuerdos de compra anticipada (ex ante) pueden ser mejores alternativas.
Los autores concluyen que, probablemente, la suspensión por sí misma no consiga en el corto plazo la expansión necesaria de la producción de vacunas y que a medio-largo plazo, conviene asegurar que continúa la innovación en vacunas eficaces frente a las potenciales nuevas variantes y asegurar cadenas de suministro de vacunas sostenibles a largo plazo, mayores y más robustas que las actuales. Si quieres conocer más sobre este tema, pincha en el enlace.
